Hace unos días publicamos un informe de la raza de Valentina nacido Fabrizio Petrillo en Ancona, con el reacciones de atletas femeninas golpeadas por su cuerpo masculino. Los atletas dejaron claro que, aunque respetan la trayectoria personal de Petrillo, deportivamente no están a la par y que sentirse discriminado.
Le declaraciones de los atletas al Correo Feminista han sido retomadas por otros periódicos, entre ellos El Periódico (aquí), y han provocado comentarios de Petrillo que acusó de nazismo y xenofobia a quienes expresaron reservas sobre su participación en competiciones femeninas.
y anunció que "por razones de seguridad y protección personal" no participará en los Campeonatos del Mundo Masters en pista cubierta de Torun (Polonia), 26 de marzo-1 de abril de 2023.
Un ejemplo de las "amenazas" a su seguridad es esta foto de su competidora polaca Malgorzata Gąsowska, que, al parecer, no se resigna a ser derrotada.
Petrillo, que compite con el maillot Omero Bergamo, publicó unintrevista a la redacción local del Corriere della Sera en la que dice: "Un atleta masculino en Ancona me acusó de querer ganar fácil y me invitó a correr en su categoría. A todas estas personas, les señalo que Respeto las normas, no acepto acusaciones basadas en nada. Soy víctima del odio de género, tan grave como la xenofobia hacia una atleta que no se considera italiana por ser negra, como Paola Egonu".
Además, Petrillo comentó decisión del FIDAL (Federación Italiana de Atletismo) para concederle un vestuario específico, tras la solicitud presentada por 30 mujeres deportistas representadas por la abogada-atleta Mariuccia Fausta Quilleri (le dimos la noticia aquí).
El propio Petrillo admite Correo de Bérgamo que los aseos y vestuarios femeninos "en Italia están a la vista", es decir, no hay duchas individuales, por lo que te desnudas y lavas en estrecho contacto con tus compañeras o rivales.
El periodista afirma: "Hay quien ha expresado su incomodidad por compartir la ducha con una persona que, de momento, tiene cuerpo de hombre".
Respuesta de Petrillo: "No creo que la persona que ha escrito ese comentario no haya visto nunca genitales masculinos. Y de todos modos nadie me ha visto nunca desnudo. Me ducho con mi traje; tampoco veo mujeres, ya que tengo una grave deficiencia visual".
A saber, como dicta la teoría de la identidad de género, el cuerpo no cuenta, sólo cuentan los deseos individuales, poco importa si perjudican a otras personas. Pero aunque el cuerpo no cuente, las atletas ya han visto genitales masculinos -dice Petrillo-, así que ¿qué problema hay en que se duchen junto a los míos? E para garantizar la privacidad de las deportistas sería suficiente.
Por tanto, el problema de los cuerpos masculinos en espacios femeninos no se resuelve fácilmente dedicando un espacio separado a las personas trans. Hay que ir al fondo de la cuestión, reconociendo la importancia del cuerpo y de la diferencia sexual.
No se puede considerar más importante una sensación individual que la realidad de los cuerpos. Y el reconocimiento legal del "cambio de sexo" -manteniendo el sexo intacto- no hace sino complicar el problema.
La cuestión de la autodeterminación de género será crucial en la próxima Elecciones en EE.UU. -como bien han entendido los republicanos, sino también Hillary Clinton-, y el gobierno independentista escocés de Nicola Sturgeon ya se ha caído con la ley de autoidentificación.
¿Qué camino tomarán los políticos italianos?
María Celeste