Hoy, en Roma, el Demostración por la vida. A pesar del terremoto que está sacudiendo el mundo de los llamados provida (se puede encontrar un buen relato en aquí), la plaza de hoy está fuertemente apuntalada por el viento de EE.UU. y el hecho de que en pocas semanas el Tribunal Supremo de EE.UU. podría confirmar la prohibición de la interrupción del embarazo con una sentencia firme (hablamos de ello aquí).
Con respeto a las opiniones de todos, La posición de los antiabortistas italianos es bastante ambigua: ¿qué quieren exactamente?
¿Que el aborto ya no existe? Impensable, ha existido desde el principio de los tiempos. Si una mujer no quiere llevar un embarazo, la única opción para evitar que aborte es la cama de contención.
Les gustaría que se derogue la ley 194/78 que regula la interrupción del embarazo en Italia? También es impensablecomo ya hemos visto, y como los antiabortistas saben muy bien, no hay mayoría política que apoyaría la derogación, entre otras cosas porque la ciudadanía -como en Estados Unidos- está a favor de mantener la ley. Ley que, es cierto, está bastante "anticuada" y mal aplicadaLa sanidad pública tiende a repercutir los costes y las molestias del problema, las mujeres recurren cada vez más a la anticoncepción de emergencia y a laaborto químico más o menos "autoadministrado" (que ojo: no es nada fácil) y de hecho, con la misma cobertura anticonceptiva, el número de Ivg quirúrgicos está disminuyendo constantemente.
En cualquier caso la derogación de la 194 no disminuiría el número de abortos, pero sí aumentaría el número de mujeres que mueren a causa de elloscomo siempre fue antes de que la ley garantizara condiciones de seguridad. ¿Se piensa que haciendo morir a más mujeres, en una lógica punitiva, el aborto desaparecería?
Incapaz de perseguir de forma realista el objetivo de la derogación, los provida ¿pretenden reformar la 194? Y si es así, ¿cómo?
¿Los antiabortistas creen realmente que nuestra baja tasa de natalidad puede deberse al hecho de que el aborto es legal en Italia? (si se practica en instalaciones hospitalarias o contratadas, de lo contrario no) ¿Cómo pueden pensar así?
¿No ven más bien, como nosotros, que la maternidad está bajo un ataque concéntrico: devaluada, obstaculizada por los empleadores, con mujeres que tienen que posponer sine die porque están solas, no gozan del apoyo del "pueblo" que se supone que ayuda a criar a cada criatura que nace, nunca son objeto de gratitud y admiración por su decisión de dar a luz? Por no hablar de laataque tecnocientífico y transhumano, el proceso procreativo parcelado, la envidia masculina que impulsa la búsqueda de arrancar a las mujeres el "privilegio" (cis-privilegio) de poder dar vida, todo lo que sabemos.
¿Realmente creen que si las mujeres tuvieran que volver a la clandestinidad para abortar, nacerían más niños? ¿Qué pretenden los provida para que las que quieren ser madres -no todas lo son- puedan serlo?
Por último: ¿qué tienen que decir los provida sobre lala irresponsabilidad procreativa masculina? Hay más hombres que no quieren ser padres que mujeres que se resisten a ser madres. Un gran número de abortos se explica por el rechazo masculino: ¿cuándo oiremos una palabra sobre esto?
Pero hay más: el lógica de la igualdad y de la bigenialidad que ahora también prevalece en el mundo católico hace que el papel de la madre y el padre sean equivalentes e intercambiables, y contribuye fuertemente a la desvalorización materna y, por tanto, a la desnaturalización (por poner un ejemplo, en los raros enclaves matrilineales que han sobrevivido en el mundo, como es el caso de los moso, donde la figura de la madre se sitúa en el centro de la comunidad, ¡el aborto no existe!).
La senadora Simone Pillon, que estará entre los protagonistas de la plaza romana de hoy, volvió a presentar recientemente su proyecto de ley de reforma de la custodia compartidaque propone tiempo igual con la obligación de colocar al niño con ambos padres y la manutención directa con elsupresión de la asignación por hijo.
¿De verdad se piensa que atacando aún más a las madres y participando en la creciente misoginia, ayudando efectivamente a alimentarla como hace Pillon, nacerán más niños? ¿Es esta la cultura de la vida? ¿Por qué no se entiende que el "sí" de la mujer a la criatura no puede ser condicionado, sustituido o soslayado, y que el "no" siempre será más en estas condiciones?
En resumen: ¿qué quieren los provida?
Marina Terragni