Lo que está ocurriendo en la edición italiana del talent show internacional X Factor (Sky) es desconcertante, pero también muy significativo.
Desde este año Las categorías se han suprimido: en particular, Los hombres y las mujeres ya no compiten en categorías diferentes y separadas en deferencia a la corriente principal, según la cual el binarismo sexual es un hecho que hay que archivar.
El resultado paradójico de la innovación es que ela final será casi exclusivamente masculina (20 competidores masculinos, 2 femeninos): prácticamente un club de fútbol. Del odiado binario, pasando por el no binario, se volvió al viejo y querido monosexo.
Al suprimir las categorías, Factor X ha suprimido efectivamente el mujeres.
No hay mejor demostración del hecho de que la el género neutro es masculinoy supone la desaparición del sexo femenino.
El equipo de producción y los jueces tendrán que lidiar con este extraño gato, las mujeres prácticamente desaparecerán, y tendrán que salir de alguna manera de la vergüenza.
No es una sorpresa para nosotros aquí, ya que está sucediendo en el talento, en cualquier ámbito de la convivencia humana, el producto "inesperado" de la neutralidad de género es la desaparición de las mujeres y la difusión de lo masculino. En resumen, volvemos al punto de partida, cuando las mujeres estaban excluidas de todo.
La intención es acabar con las mujeres y sustituirlas por un neutro más funcional y actual, es decir muy claro en su lenguaje, donde pide que la "categoría de mujeres" (Judith Butler) se abra a cualquiera que se perciba como tal, invitando a las mujeres nacidas a conformarse con pertenecer a la subcategoría de "cuerpos con vagina" (The Lancet, véase aquí).
Precisamente por eso se nombran a sí mismas como mujeres, resistirse a la invasión de la feminidad por parte de los hombres se ha convertido en una acto político eminente.
El Factor X es una excelente oportunidad para proponer una reflexión a las nuevas generaciones. fluido natural.
Marina Terragni