El Instituto Mediterráneo de Fertilidad, clínica de gestación subrogada de Creta, fue registrada por la policía por presunto tráfico de seres humanos y fraude, y todo el equipo médico fue detenido y llevado a prisión acusado de tráfico de menores.
Según la policía griega, un grupo de traficantes cooptó a 160 mujeres pobres -ucranianas, rumanas, moldavas, albanesas y georgianas- convenciéndolas de que proporcionen óvulos y se presten como úteros de alquiler. por unas decenas de euros al mes, alojándolos de forma semiclandestina en algunos bloques de apartamentos de la isla.
A los detenidos se les acusa presuntamente de trata de seres humanos, adopción ilegal, compraventa de material genético o embriones, falsificación de historiales médicos con fines de venta de material genético, falsificación de certificados médicos y otros delitos. Por cada niño producido, la clínica habría recaudado entre 70.000 y 120.000 euros.
La mitad de los directores serían australianos: según el periódico El australiano una decena de parejas no pueden ver a sus hijos recién nacidos, que han sido trasladados por el gobierno griego a una sección de alta seguridad de un hospital de Creta. Los directores serían prueba de ADN pendiente confirmando la conexión biológica con los niños, así como el permiso de la fiscalía para llevar a los niños a Australia. El Ministerio de Asuntos Exteriores australiano les está prestando asistencia a través del consulado.
El Instituto Mediterráneo de Fertilidad es uno de los mayores proveedores de gestación subrogada de Grecia. Actualmente se calcula que la incautación de la clínica afectará a hasta 150 ciudadanos australianos que han pagado por tener hijos mediante gestación para otros, una práctica permitida en su país pero sólo si es "altruista".
María Celeste
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